La gastronomía de Europa es muy diversa y se puede dividir en dos grandes tendencias: la mediterránea, basada en aceite de oliva, pan, vino, hortalizas y frutas, y la de los países del norte, influenciada por el frío y la disponibilidad limitada de productos agrícolas, que se centra en tubérculos, carnes de caza, bayas y pescado. Algunos platos europeos emblemáticos incluyen la pizza italiana, la paella española, el fish and chips británico, el goulash húngaro, las crêpes francesas y el Wiener Schnitzel austríaco.
Cocina Mediterránea
- Influencia: Se caracteriza por sus ingredientes básicos de cinco milenios: aceite de oliva, pan y vino.
- Productos: Hortalizas, frutas, legumbres y cereales son fundamentales en esta dieta, la cual se ha popularizado mundialmente.
- Ejemplos: La paella de España, la pizza y la lasaña de Italia, y el uso del jamón ibérico en España son representativos.
Cocina del Norte y Europa Central
- Características: Debido a las condiciones climáticas, esta gastronomía se enfoca en productos más resistentes.
- Ingredientes: Tubérculos como las patatas, carnes de caza, aves y pescado son comunes.
- Platos y especialidades:
- Alemania: Famosa por su gran variedad de salchichas (wurst) y platos como el Bratwurst.
- Austria: Destaca por el Wiener Schnitzel (chuleta de ternera empanada) y los Knödel.
- Hungría: Conocida por el goulash, un guiso de carne.
- Suiza: Ofrece la fondue y el raclette, platos a base de queso derretido.
- Polonia: Famosa por los pierogis, un tipo de pasta rellena.
